Una vez Marc Fonteijn dijo “Imagina 2 cafeterías, una pegada a la otra. Ambas venden exactamente el mismo café al mismo precio. Lo que hace que una de ellas está llena y la otra vacía es el diseño de servicios”. Creo que esta definición sigue estando vigente porque, en un mundo hiper-conectado, donde parece que lo digital es mejor, algunos creemos que hay que poner atención a lo que las personas necesitan cuando utilizan (o prestan) un servicio. Del tipo que sea. En un café, una compra, una gestión, en el médico, en el banco o en una cadena de producción. Y lo único que tienen en común estos casos es que detrás hay personas. Y no son digitales (aunque alguna lo parezca). Bueno, y también tienen en común que, muchas veces hay... "fricción", o sea que no nos va bien, no conectamos, no nos satisface el servicio. Y no repetimos. O peor, nos cabreamos. Y alguien tarde o temprano empieza a perder dinero. Y por eso nos planteamos el diseño del servicio desde un punto de vista integral, completo, holístico que dicen algunos. Y no sólo en el plano digital. Supongo que parece un mensaje arriesgado viniendo de alguien que se supone que trabaja en una empresa de servicios de tecnología... Bueno, nosotros creemos que lo que hay que conseguir son clientes satisfechos. Con alta, o baja tecnología :-). Cada una tiene su utilidad y su momento de aplicación. Y yo quiero contaros como lo hacemos en Sngular.
Worshop realizado por